CONTEXTO
Vivimos en una dinámica de negocios que fluye a una velocidad impresionante.
Por minuto nacen y mueren oportunidades de negocio a medida que avanzan la tecnología y las metodologías de trabajo innovadoras.
Los constantes cambios en la cultura del trabajo por la evolución de las nuevas generaciones, por restricciones logísticas propias del crecimiento y en ocasiones derivadas de la informalidad de muchos negocios, traen como consecuencia la generación de áreas de mejora en las empresas todos los días.
NECESIDAD
Las empresas hoy día necesitan abatir el rezago que implica una dinámica tan acelerada y generalmente no cuentan con los recursos necesarios para ponerse al día en cuestiones de innovación, estrategias de crecimiento y poder con ello cambiar de dirección conforme a los requerimientos del mercado.
La tendencia en precios para la adquisición de bienes y servicios está a la alza, y para poder crecer conforme al mercado hay que contar con los mejores estándares de calidad en todas las áreas que permitan generar propuestas de valor acorde al costo.
SOLUCION
Como consultores de negocio, tenemos la obligación de ser versátiles.
Desarrollamos la habilidad de meternos a las entrañas de las empresas para la elaboración de diagnósticos y la presentación de alternativas de solución.
Existen varias soluciones para cada problema y está en nuestras habilidades para ver desde distintas perspectivas, el poder encontrar la ideal para el problema en cuestión.
Esto nos demanda desarrollar nuestra creatividad y buscar siempre la lógica económica en nuestras propuestas para garantizar el tener como premisa el bienestar de nuestros clientes.
Como escuela para las empresas, es nuestra responsabilidad enseñarles a ser versátiles, como directores, empresarios, colaboradores… y con ello desarrollar la capacidad de resolver indistintamente del contexto, el tiempo y la incertidumbre natural de los mercados cambiantes.
Ayudar a nuestros clientes desarrollando equipos que cuenten con la facultad de reorientarnos en tiempo real y realinear estrategias en un entorno que evoluciona dramáticamente a cada minuto.
No somos administradores de empresas, somos agentes de mejora continua y son nuestras aportaciones las que generan estas relaciones a largo plazo con nuestros clientes y dan larga vida a nuestros proyectos.